julio 14, 2006
EL MUNDIAL PARALELO
Que Guardado escurre, se deshiela
En poco m�s de una hora, Andr�s Guardado socav� las axilas de Argentina con una sola obstinaci�n, inversamente proporcional a la del defensor que ense�aba los dientes. Los dientes y las tijeras: hubo que romper de alg�n modo esa fricci�n aer�bica que tan bien se le da al mexicano. Gracias a la celeridad laxante de su f�tbol y a una opci�n temeraria de Ricardo Lavolpe que se agradece hasta el cansancio, Guardado lleg� tarde al Mundial, pero lleg�. En Francia 98, Manuel Lapuente hizo lo propio con Jes�s Arellano, catalizar al equipo brav�o con la aparici�n de un cervatillo indomable que conduc�a todas las pelotas al abrevadero.
No queremos ganar el Mundial, queremos el instinto desatornillador en breves c�psulas de amonio. Cuatro a�os para mascar sabrosamente la vaguedad p�ber de Andr�s Guardado con la playera verde, el libertinaje t�ctico, la sensaci�n de lanzallamas en su pierna zurda (que exhibi� poco). A partir de aqu�, la imagen duele. Su galope trepidante y sobrecogedor me ubica, por asociaci�n m�s que por despecho, en el balc�n oriental del nosocomio de Six-Fours-les-Plagues del que logr� escapar para contar mi historia gracias a la negligencia de los celadores, a la efectividad de un chirimbolo met�lico que serv�a para apretar los grifos y a la belleza hipn�tica del �ltimo tranv�a que sube al Mediterr�neo por la nuca.
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julio 7, 2006
EL MUNDIAL PARALELO
Que Deco es Garganta Profunda
Cuando la Alianza estaba ah�, Deco iluminaba la cueva con cirios, arroyos y candelas. La pelota viv�a en un futuro salvaje de canchas esf�ricas, goles excorcistas, trayectorias l�quidas con rumbo al polo, televisores widescreen que los amantes salpicaban de besos como el chasis de un Maverick se salpica de estickers. En la temporada 2006 se le dijo crack desangelado, gnomo, inyector metab�lico, cierta fama de delator ba�� a Deco y entonces vino la notoriedad, haci�ndola de match point. La fama es un derecho, ganado a conciencia por Steven E. Jones con sus teor�as paralelas al 11 de Septiembre y por la activista texana que burl� aduanas ocult�ndose un informe de la OPEP en el mism�simo. Disciplinado, jocoso, labiodental en su f�tbol, Deco sobresale en un desfile de argonautas que prolongan la soledad, el congelamiento y la rareza de las plantas cript�gamas. Zidane adormece el bal�n, Deco lo abochorna, recurso bipolar que desplaza la mole del aburrimiento con la pasividad de un iceberg submarino.
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julio 3, 2006
EL MUNDIAL PARALELO
Que Blokhin muestra el dedo
Ucrania ha servido de pedregal a la muchacha de ojazos negros que es Italia, mujer franca y luminosa, bien ataviada, que a taconazos los echa del Mundial. Idas las mariposas del tiempo reglamentario, c�maras hambrientas de detalles y circunstancias arriman su enorme cabeza al rostro de Oleg Blokhin, absorto, turbio, pre�ado de ideas. Se dan un fest�n con el exjugador del D�namo de Diev agigantado en las pantallas del estadio. Torre de agua, ave elemental, Serm�n de la Monta�a para el f�tbol sovi�tico, aviva en las tribunas un lamento de oboes. Los jugadores italianos escasamente lo conocen. El t�nel se lo traga. Entra el vestuario con cara de �Qu� hago con esta espada? Sue�o con un pasado incestuoso entre la vasta URSS y cinco rep�blicas de falda ligera, cuyas consecuencias, am�n de los corpi�os, aceites y antifaces, permita a Oleg Blokhin alinearse con Schevchenko, torcer el entrecejo y armar un mot�n por la banda como hace treinta a�os. �O fue hace menos?
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